Historias de la PM (final): licenciado.

Y aquí finalizo esta serie, porque hay anécdotas que prefiero callarme. No os pienso contar mi sorpresa ante el público maduro femenino que congregamos el día que nos pusimos a jugar a volley en la playa (nudista) del Inglés, ni mis charlas alucinantes con oficiales de paisano que hubiesen adelantado por la derecha a Franco...

Historias de la PM (10): días de tiro y COE

Sigo con mis anécdotas: un día de tiro, y otro con la COE.

Historias de la PM (9): buscando desertores.

Relato de unos servicios bastante desagradables para mí, odiosos para las víctimas: la detención de desertores.

Historias de la PM (8): las relaciones

¿Cómo se establecían las relaciones más o menos románticas cuando estabas a 3.000 kilómetros de casa? Pues depende.

Historias de la PM (7): Policía Moral y otras cosillas

De cuando me convertí en Policía Moral, y fui abrazado en público (ojo, son dos anécdotas separadas)

Historias de la PM (6): guardia a la fuga

Relato del día en que perseguí a un pelotón chiflado, sin llegarlo a alcanzar.

Historias de la PM (5): blando y rojo

De cuando me gané fama de blando, y rojo por añadidura.

Historias de la PM (4): apatrullando el barrio chino

Anécdotas de cuando tocó apatrullar el barrio chino, que casualmente se interponía entre los cuarteles y la ciudad.

Historias de la PM (3): la guardia.

Tercer capítulo en el que se cuenta cómo el aburrimiento de las guardias llevaba al gamberrismo light.

Historias de la PM (2): así son las cosas.

Segundo día en la PM, en el que me cuentan hasta qué punto voy a pringar los nueve meses (si todo va bien) que me quedan de mili.

Historias de la PM (1): la recepción.

Tras el paso por el campamento y la jura de bandera, me enviaron a la Policía Militar - los populares PM o "Calimeros" - de Las Palmas. No fue una entrada gloriosa.